domingo, 8 de enero de 2012

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD


El análisis más pormenorizado sobre la situación de las personas con
discapacidad está recogido en el documento que figura con la
denominación  Fundamentación. En este apartado se aporta una
síntesis con su información más relevante.
La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad
y de la Salud (CIF 2001) utiliza el término  discapacidad  para
englobar todos los componentes:  deficiencia -nivel corporal-,
limitaciones en la actividad -nivel individual- y  restricciones en la
participación -nivel social-. Estas tres dimensiones diferentes
asociadas a un problema de salud interactúan entre sí con los
factores ambientales y personales.
Según los datos que ha avanzado el INE de la  Encuesta sobre
Discapacidades, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia,
en España hay 3.847.900 personas con discapacidad, de las cuales
1.547.300 son hombres y 2.300.500 son mujeres (60%). Aunque la
población con discapacidad ha aumentado con relación a los datos de
1999 – al igual que ha sucedido con toda la población del país- en
términos relativos, hay una disminución con respecto a la población
total: el 9% en la anterior Encuesta de 1999 frente al 8,5% de los
datos actuales.
Lo primero que destaca es que su estructurado se corresponde con
la de población de nuestro país:  mientras que la pirámide de la
población española tiene forma de hucha - existe mayor población en
las edades intermedias con inferior número tanto en menores como
en personas mayores- la pirámide de personas con discapacidad tiene
forma de árbol, al incrementarse la población con discapacidad o
dependiente según pasan los años.
El Informe final de la Encuesta está en proceso de elaboración y se publicará a
finales de 2009. No obstante, se han avanzado algunos datos en octubre de 2008,
que son los que se recogen en este documento.

Puga Gonzalez, Mª D. Abellán García, A.(2004)
                                 
La familia cobra un papel esencial en la manera de afrontar la
discapacidad, tanto si es originaria como si es sobrevenida. Después
del impacto inicial de gran carga emocional con confusión, negación,
ira o depresión, la actitud que adopte influirá decisivamente en los
modos de inserción social posterior. Las conductas de sobreprotección
incrementan la dependencia e introversión, situación que se hace
especialmente relevante cuando se trata de niñas y mujeres con
discapacidad.
Los datos sobre las personas con discapacidad aportan una situación
de desventaja frente a la sociedad en su conjunto. Esta afirmación se
basa en los siguientes ejes:

 educación: El analfabetismo casi erradicado en nuestro país
(1% de la población) afecta a un 8% de personas con
discapacidad, con mayor incidencia en las mujeres. Asimismo,
las personas con discapacidad,  alcanzan en menor número la
educación superior - 9% frente al 24% de la población- lo que
supone una diferencia de casi el triple, manteniéndose los
mismos porcentajes para ambos sexos.
Aunque ha habido un gran avance en la integración de las
personas con discapacidad dentro del sistema educativo
general, según se supera el período de enseñanza obligatoria,
las dificultades aumentan y se perciben unas barreras a día de
hoy todavía excesivamente elevadas, por lo que los colectivos
con discapacidad y cada tipo de discapacidad presenta
dificultades y retos distintos.

 empleo: el porcentaje de personas con discapacidad que se
encuentra inactiva es un 66% frente a un 30% de la población
general. En cuanto a los activos ocupados, son más del doble
quienes no tienen una discapacidad: un 62% de ellos, frente a
un 29% de las personas con discapacidad. La diferencia entre
sexos es acusada: el 33% de  los hombres con discapacidad,
son activos ocupados, frente al 78% de los hombres sin
discapacidad; las mujeres con discapacidad activas ocupadas,
representan un 22% frente al 47% del total de mujeres
ocupadas.

Datos extraídos del Estudio de Indicadores y Análisis de la situación de las personas con
discapacidad con análisis de género, (2007) realizados ambos por  el Colegio de Políticas y
Sociología en 2007, por encargo de la Dirección General de Coordinación de Políticas
Sectoriales sobre Discapacidad, donde junto a datos estadísticos hay información cualitativa
extraída de grupos de discusión.
 ­  
                                 
 poder y participación:  la presencia de personas con
discapacidad en centros de decisión y poder es prácticamente
inexistente, por lo que hablar de su participación en centros de
poder, es referirse casi en exclusividad al movimiento
asociativo. En lo que se refiere a la mujer, suele reproducirse
los esquemas patriarcales de la sociedad en el movimiento
asociativo. La investigación en esta materia pone de manifiesto
la escasa presencia de las mujeres con discapacidad en puestos
decisorios en las asociaciones de discapacidad,
con un predominio masculino más evidente en los cargos de mayor
categoría jerárquica: presidencia y vicepresidencia, mientras
que a las mujeres se las relega a los cargos de secretaría y a
las vocalías.

 abusos y violencia: los comportamiento agresivos que se
ejercen contra éstas personas, que pueden ser de carácter
pasivo (descuido en su atención, decidir por ellas en temas que
les afectan aunque estén plenamente capacitadas para ello,
impedir o disuadir a acceder a estudios o empleos) y activo,
(ridiculizarlas, mofarse de ellas, explotarlas o agredirlas) surgen
como consecuencia de su vulnerabilidad, incluso de
dependencia y a veces en una mala interpretación de
sobreprotección en la que viven. En ocasiones estos
comportamientos se agravan por las dificultades para
comprender y reconocer por parte de las personas con
discapacidad que estas conductas son abusivas o violentas y,
porque las ejercen quienes les  cuidan y atienden. Asimismo
existe un gran desconocimiento por la escasez de denuncias ya
que el/la agente intermediario para interponerlas es, en
muchas ocasiones, la persona agresora. La indefensión es casi
total, cuando los abusos los padecen personas con discapacidad
intelectual y menores. Otro aspecto a destacar es que la
violencia no se ejerce exclusivamente en el ámbito familiar,
laboral o social sino también en el institucional.
Las mujeres con discapacidad, por el hecho de ser mujeres son
también víctimas de la violencia de género y de estos abusos y
violencia específica, fruto de la situación de mayor indefensión
y/o dependencia y el ambiente de sobreprotección en que
muchas de ellas viven.  “Mujer con discapacidad y movimiento asociativo”, realizado en 2004 por Quality Research
Methods, S.L. para la Coordinadora de Minusválidos Físicos de la Comunidad Valen  ­  
                                   
 dependencia:  en nuestro país 1.125.190 ciudadanos/as
necesitan de ayuda de otra persona para realizar los actos
fundamentales de la vida, es decir se encuentran en situación
de dependencia – moderada, severa o gran dependencia – lo
que supone un 32% de las personas con discapacidad.
El modelo de atención a las personas dependientes está basado
mayoritariamente en  cuidados informales
 -un 80%, aproximadamente, de personas  dependientes son cuidadas en
su domicilio por sus familiares,  y las personas cuidadoras son
fundamentalmente las mujeres: la madre para un 31% de los
hombres y un 20% de las mujeres, y el padre para un 4% de
los varones y un 1% de las mujeres. En el caso de que la
persona cuidadora sea el cónyuge, (23%) bajo esta figura
neutra, la mayoría son igualmente las mujeres quienes
atienden y cuidan.
Estas diferencias tan grandes entre las mujeres –sean estas
esposas, madres, hermanas o hijas- que se hacen cargo de los
cuidados y los hombres, nos remiten a una sociedad que aún
apoya el peso de las tareas de cuidados no remuneradas en las
mujeres, quiénes garantizan servicios y necesidades que no son
cubiertas desde los servicios públicos y que son ejercidas, a
veces, por mujeres con discapacidad.
La atención prestada por la familia es percibida como la mejor
solución de futuro
 por parte de las personas con discapacidad
si llegan a una situación de dependencia, aunque creen que
debería financiarse, tanto el coste de las prestaciones sociales
como el trabajo familiar, mediante el aumento de impuestos a
través de los siguientes tipos: especiales (26 %),
incrementando las cotizaciones de la Seguridad Social (10 %) o
bien con un aumento de los impuestos generales (un 13 %).
Un factor determinante para la mayor  autonomía personal es el
diseño universal, herramienta que permite crear productos,
entornos y comunicaciones de modo que sean utilizables por todas
 Libro Blanco sobre la Dependencia. IMSERSO
Datos extraídos del Estudio de Indicadores y Análisis de la situación de las personas con
discapacidad con análisis de género, realizados ambos por  el Colegio de Políticas y
Sociología en 2007
 Opinión extraída de la misma fuente
Datos extraídos del Estudio de Indicadores y Análisis de la situación de las personas con
discapacidad con análisis de género, realizados ambos por  el Colegio de Políticas y
Sociología en 2007                                  
las personas en la mayor medida  posible, sin necesidad de que se
adapten con el objetivo de simplificar la vida de toda la sociedad.
Este diseño beneficia a personas que tienen algún déficit en alguna
de sus capacidades permanente  o transitoriamente, pero, en
cualquier caso, es clave para la participación en todos los ámbitos de
las personas con discapacidad. No obstante, cuando se hace
referencia a la accesibilidad, hay que tener en cuenta algunos
factores que rodean este término: suele estar relacionada
exclusivamente con la discapacidad física y se asocia a eliminación de
bordillos, construcción de rampas o autobuses adaptados, por poner
algunos de los ejemplos presentes en el imaginario colectivo, y rara
vez se asocia a un teatro subtitulado para personas con dificultades
auditivas graves o un lenguaje braille en los cajeros automáticos, o
una señalización urbana de colores o signos simples que puedan ser
comprendidos por personas con discapacidad intelectual leve.
El Informe del Eurobarómetro de febrero 2001 ofrece los siguientes
datos sobre la percepción de la población europea en el acceso a los
lugares públicos: alrededor de la media está poco convencida de que
este acceso haya mejorado bastante a lo largo de  los últimos diez
años. En este mismo informe se indica que son las personas con
discapacidad  psíquica  quienes tienen mayor dificultad de acceso, lo
que  contradice la idea estereotipada de que son las personas con
discapacidad física las que tienen mayores problemas de
accesibilidad. El transporte, salvo para las personas sordas, es el que
se percibe como menos accesible,  quizás porque un transporte no
accesible condiciona alcanzar otros espacios y entornos.
Una de las ideas preconcebidas que rodean la accesibilidad es el
incremento del coste de construcción de cualquier entorno, obra, o
prestación de servicio accesibles. No obstante, trabajar desde un
concepto de diseño para todos, a medio plazo los abarataría, ya que
evita tener que introducir modificaciones posteriores. El estudio
realizado en nuestro país recientemente por encargo del IMSERSO
incluye un apartado sobre la percepción de la necesidad y la inversión
en materia de accesibilidad. En él destaca la valoración positiva de la
ciudadanía sobre la inversión pública destinada a la accesibilidad
tanto entre las personas con discapacidad como en la población en
general: el 89% de las personas destinatarias indirectas consideran la
accesibilidad positiva o muy positiva.

Evaluación del Programa de Accesibilidad Universal y de Ayudas técnicas (2008)


   
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